Empezamos comprendiendo qué es la multiplicación. Para ello
comenzaremos con situaciones problemáticas del entorno en las que aparezcan
sumas abreviadas. A partir de ahí expresamos las operaciones.
Ej.: 2+2+2+2+2.
Marcamos cuántas veces aparece el mismo número.
Ej.: 2+2+2+2+2
Expresamos las veces en las que aparece el número.
Ej.: 2+2+2+2+2 = 5 veces 2 = 5×2 (leyendo 5 veces 2).
El siguiente paso será ir de la expresión abreviada a su
desarrollo.
Ej.: 5×2 = 2+2+2+2+2= 10.
A partir de ahí jugamos con una doble lectura.
Ej.: 5×2 (5 por 2 o 5 veces 2).
Una vez que el alumno ha comprendido qué es la
multiplicación trataremos de construir las tablas de la manera más
significativa posible. En todo caso los alumnos se dan cuenta de que las tablas
indican un periodo. Es decir, la tabla del 2 va de dos en dos, la del 5 de
cinco en cinco…
Brevemente diremos que se debe comenzar por las tablas más
sencillas: la del 2, 3, 5 y el 1, lógicamente. Mientras se van construyendo
mantenemos la doble lectura que sugeríamos en la entrada anterior.
1ª conclusión de esta etapa: vamos contando por intervalos
según sea la tabla.
2ª conclusión de esta etapa: una vez sepamos los primeros
pasos de la tabla podemos seguir contando hasta el final.
Ejemplo: en la tabla del tres el niño recuerda, pongamos por
caso, hasta 3×3=9, pero como sabe que la tabla va de tres en tres va añadiendo
mentalmente; 3×4 =9+3=12; 3×5=12+3=15…
El siguiente paso es la tabla del 4, en la que ya empezamos
a perder la doble lectura.
El paso posterior es con las tablas del 6,7,8 y 9 en las que
el niño repara en la propiedad conmutativa (3×5=5×3). De esa forma, el niño
para construir, por ejemplo, la tabla del 6 sabrá hasta 6×5 simplemente
invirtiendo los factores.
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